HOTEL
- momentosdegloria
- 13 oct
- 2 Min. de lectura

A vueltas con opciones que encajen en cuanto a prescripción y buget, que gusten y funcionen para nuestro cliente;
en proyecto hotelero una de las cosas que suelen ser importantes es la elección de las sillas, y de eso vamos a hablar hoy, conectando con el pasado, y trayendo imágenes contemporáneas.
El modelo que nos ocupa nace en 1973, a priori sus tres patas de metal y peculiar forma, parecían hacer complicado que se convirtiese en un clásico pero felizmente ese pronóstico falló y hoy es un hecho su éxito como diseño de producto.
Como buen clásico, permanece en el tiempo incrementando su valor y reinventándose en cada etapa del camino,
ya sea con la opción de dos alturas posibles, diferentes tejidos y hasta plumas.
En nuestro espacio del Mercador, ocupa un lugar destacado, un espacio desde el que escribimos estas líneas con el ventanal abierto y también ya con un aire fresco al caer el sol que nos recuerda el reciente fin del verano.
Trinos y suave rugir de aire acondicionado nos acompañan, así como un alma contenta de San Viernes, apuntando hacia un fin de semana que se aprovechará para trabajar, por suerte en algo que nos mantiene contentos.
Desde este lugar, nuestro corazoncito del diseño, os deseamos cómodas y confortables sentadas, de esas que invitan a permanecer largo y tendido, ya sea con una buena charla, lectura, trabajo ó mirada en el espejo, siempre atento a cómo somos...
Las fotografias de Cini Boeri la presentan con una media melenita, con cara de niña que la única vez que la vi en persona, pude constatar.
Una imagen que contrasta con la de sus colegas del momento, intelectuales de pipa en mano, de gabardinas beige tipo trench y hasta pajarita con los que se codeó.
Son fotos antíguas pero una no puede dejar de tratar de descifrar lo que la estética tantas veces delata.
Genial finde para todos.
BOTOLO chair, design by Cini Boeri, for Arflex


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