El teatro São Carlos, en el corazón de Lisboa, acoge estos días la obra clásica de la danza, GISELLE; interpretada por la compañía nacional de bailado y la orquesta sinfónica portuguesa.
Una exposición sobre la obra en el magestuoso hall de entrada, y un "lleno hasta la bandera", arropan a una función, que está siendo una delicia para los sentidos.
Pude disfrutarla recientemente, y estoy contenta y feliz de haberlo hecho, pues me dió trabajiño coger las entradas para un buen sitio; sólo había estado en una ocasión en éste teatro, pero en una mala ubicación y con la comprensión de la lengua todavía verde, con bastantes esfuerzos para percibir el texto, aunque ya comprendí entonces que el teatro era "una joyita", no con mucho aforo, pero maravilloso.
GISELLE es una gran obra clásica de la danza, que habla de grandes pasiones como el amor y la traición; la conocí con Tamara Rojo, https://www.rtp.pt/programa/tv/p37731
y es precioso comprobar una vez más que los puentes para la convivencia, están en la cultura; aunque dada la situación política internacional, una se pregunta si el olvido puede llevarnos a cometer los errores del pasado; cómo fue posible que alguien como Lenie Riefenstahl, pudiese defender la hasta ahora verguenza de Europa, el nazismo.
SANTA LUCIA, es una fábrica de sistemas de mobiliario situada entre Trieste y Venecia, cuenta con casi 60 años de historia ( fundada en 1965) y con una prácticamente integral producción interna. Se trata de un "made in Europe", con dos amplias plantas productivas sitas en Prata di Pordenone, en Italia. Con las Dolomitas al fondo como imponente paisaje, es interesante conocer cada tapa del proceso productivo.
Como muestra, un sistema noche.
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