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"El doctor Jubenal Urbino la encontró sentada frente al tocador, bajo las aspas lentas del ventilador eléctrico, poniéndose el sombrero de campana con un adorno de violetas de fieltro. El dormitorio era amplio y radiante, con una cama inglesa protegida por un mosquitero de punto rosado, y dos ventanas abiertas hacia los árboles del patio por donde se metía el estruendo de las chicharras aturdidas por presagios de lluvia".
Así describe García Marquez el dormitorio de Fermina Daza, en su novela "El amor en los tiempos del cólera".
Unos tiempos en los que la vida de sus protagonistas, sus sentimientos, sus circunstancias, cambian.
Esos cambios que tantas veces, traen como consecuencia una renovación en la decoración de nuestros espacios; ó a la inversa, el cambio de cómo vestimos nuestras casas, precede a un cambio mucho más profundo de nuestro camino existencial.
Sea como fuere, es fácil reconocer a los recién separados que quieren cambiar la estética del lugar que ocupan, el piso de soltero que cambia cuando se empareja, la familia que crece ó aquella en la que los hijos ya vuelan solos.
Cambios que nos cambian y a la inversa.
Todos ellos, los buscados y los que llegan sin avisar, suelen ir acompañados de cambios estéticos.
Hoy proponemos un espacio diáfano, neutro, con grandes ventanales, donde la luz natural y la librería son protagonistas, y en el que el resto de elementos pueden ir y venir, fluir, en función de cómo esté transcurriendo el camino vital.
Bookcase Brera, designed by Lievore Altherr Molina for Emmebidesign.
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