Hola! Cómo va? Espero y deseo que bien. Bendita tecnología que nos mantiene conectados e informados.
Os dejo con una entrevista a Fausto Colombo ( dueño de Arflex) en la que aventuraba:
La tecnología será el producto que condicione el diseño. Marco Zanuso (1947) empezó a trabajar con la idea de que “la forma es una consecuencia de la tecnología”, esto se ha demostrado a lo largo del tiempo como un concepto visionario.
El diseño nace como consecuencia de la revolución industrial. Anteriormente, el mobiliario, herramientas y, en general, los productos de consumo, se realizaban de forma artesanal y, como consecuencia, cada producto era una obra única.
La industrialización trajo consigo la fabricación en serie y ésta requirió de unos parámetros de diseño que especificaran cómo debía ser cada pieza. Así nace el diseño en el siglo XIX y, hasta nuestros días, se puede decir que todo aquello que se fabrica en serie, es un diseño creado por alguien.
Uno de los primeros ejemplos de aplicación de la industrialización al mundo del mobiliario es la silla Thonet ( 214).
Michael Thonet, creó el primer sistema automático de doblado de madera del que salieron, entre otras, su silla Thonet; de la que Le Corbusier decía:
“Nunca ha sido creado algo más elegante y mejor concebido, más preciso en su ejecución y más excelentemente funcional”.
Cada silla era producida en 6 piezas desmontables, lo cual permitía embalarlas en cajas y exportarlas, esto y su precio asequible, facilitaron la conquista del mercado internacional.
Os dejo con un par de post de hace unos años en los que relataba la formación en ésta histórica fábrica , situada en Frankenberg ( Alemania), y la visita al museo Thonet.
Si lo que se prefiere es estar de pie y no sentado, el italiano Sergio Rossi, ofrecía miles de soluciones para caminar con garbo; reconocido diseñador de calzado que nos ha dejado hace muy poco en estos días de pandemia.
En cuanto a aportaciones de la arquitectura y el diseño para superar ésta situación, se están produciendo unas estructuras temporales que puedan desplegarse rápidamente, como las carpas hospitalarias tradicionales, pero con un alto nivel de biocontención para evitar la propagación del virus. Construidas dentro de contenedores de envío reutilizados de 6,1 metros de largo, estas unidades a modo de UCI provisionales contarían con un sistema de ventilación que genera presión negativa en el interior, una técnica común empleada en los centros hospitalarios y los laboratorios para evitar que escape el aire contaminado.
Otra aportación son los hospitales hinchables.
Dejo aquí una foto de Marie Curie y su marido, el también científico Pierre Curie:
Ella decía: ""Nada en la vida debe ser temido, solamente comprendido. Ahora es el momento de comprender más para temer menos".
Llegará esa comprensión y ausencia de temor a ésta enfermedad.
Buen fin de semana.